La ilusión de tener una capilla propia se encendió en los corazones de muchos jesuitas en 1987 cuando la Junta de Gobierno encabezada por Don Mauricio Cruz Márquez (q. e. d.) compró 700 metros cuadrados de un terreno que tiempo atrás perteneció a una comunidad de frailes franciscanos que entre sus advocaciones más veneradas tenían la del Dulce Nombre de Jesús.
Dicho terreno propiedad en aquel entonces de la familia de Don Eusebio Torres, fue adquirido por la Hermandad por un valor de 8.400.000 ptas. Para sufragar los gastos de esa compra la Junta de Gobierno tuvo que recurrir entre otros, a pedir un préstamo a fondo perdido de 10.000 ptas. a todo aquel hermano/a que quisiese participar en tan magna obra.
Pasa el tiempo, cambia la Junta de Gobierno, presidida está vez por Don José Joaquín Domínguez y de nuevo la Hermandad recurre a los hermanos aprobando en Cabildo de Hermanos imponer una cuota extraordinaria de 1.000 ptas. a cada uno de ellos y otra voluntaria por el mismo importe. Por esas fechas se estaba planteando el inicio de las obras, cosa que ocurrió el 26 de enero de 1991, cuando comienza a construirse el semisótano que alberga en estos momentos parte de los enseres de la Hermandad.
Las variaciones propias de una Institución como la que nos ocupa hacen que en 1993 se haga cargo de los designios de la misma una Junta de Gobierno dirigida por Don Antonio Cano Vargas que le dará un impulso importante a la que por aquel entonces era la futura capilla de la Hermandad de Jesús.
Con ese propósito esta Junta de Gobierno posibilitará la colaboración de todos/as los hermanos y devotos con la compra simbólica de un metro cuadrado por un valor de 10.000 ptas. a cambio de testimoniarlo en un pergamino acreditativo de dicho acto. Como contrapartida se realizará en 1994 toda la estructura del edificio y el 3 de junio de 1995 se iniciará una escalada de participaciones directas de hermanos y devotos a pie de obra trabajando como albañiles, peones,…, que llevarán a la futura capilla a la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno que hoy conocemos.
Esa espiral de participación permite que días antes de la finalización de su mandato la Junta de Gobierno encabezada por Don Antonio Cano pueda inaugurar en junio de 1997, las dependencias de Secretaría y Mayordomía en la Avenida de la Libertad.
Las vicisitudes de la vida provocan, que el sueño del que en su momento Hermano Mayor que inició el gran proyecto y que estaba llamado a finalizarlo, que fuese su entonces Teniente de Hermano Mayor y tras su pérdida casi al año de hacerse cargo de la dirección de la Hermandad, el nuevo Hermano Mayor quien culminase en el inicio del III Milenio el proyecto de toda una Hermandad.
En efecto, tras la desaparición de Don Mauricio Cruz que ostentaba el cargo de Hermano Mayor, se hace cargo de la Hermandad en junio de 1998 Don Miguel Falce Díaz, autor del artesonado del techo de estilo mudéjar que se inauguró el 2 de enero de 1999. Su Junta de Gobierno emprende una nueva campaña de recogida de donativos con la intención de culminar las obras. En esta ocasión, el incentivo es la compra de una losa de mármol del suelo de la futura capilla por un valor de 2.000 ptas.
Sin embargo, los acontecimientos se precipitan, es tal el entusiasmo de la Hermandad que a principios del año 2000 las obras están a punto de su conclusión. Tanto es así que el 17 de abril de 2000 Don Antonio Valverde Domínguez, Vicario General autoriza al cambio de Sede Canónica y la consecución de la misma como Iglesia, la misma que los hermanos/as reunidos en Cabildo Extraordinario datarán como Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Meses más tarde, concretamente el 21 de octubre del mismo año se realizará el traslado de las Sagradas Imágenes Titulares a su nuevo Templo y solo seis días más tarde el Excelentísimo Cardenal Arzobispo de Sevilla Don Carlos Amigo Vallejo Consagrará Canónicamente lo que ayer fue una ilusión y hoy es el orgullo de muchos jesuitas.
En el año 2002 siendo hermano mayor Don Antonio Cano Vargas y reunidos en cabildo extraordinario los hermanos elegirán el proyecto de retablo presentado por Don Manuel Guzmán Bejarano, siendo una vez mas los hermanos con sus donativos los que pudieron hacer realidad el sueño de ver a nuestros Sagrados Titulares en un retablo acorde a su magnificencia.
En el año 2005 el excelentísimo ayuntamiento de la Villa de la Algaba donara los bancos para la Iglesia de Ntro. Padre Jesús Nazareno.